Este año va de superación y aventura

Y si no fueran importantes las resoluciones de Año Nuevo, y si no valiera de mucho apuntarte al gimnasio si no lo has encajado en tu apretada agenda, y si fuera más importante hacer más de lo que es importante y menos de lo que no cuenta... ¿Y si...?

No sé tú, pero me están llegando publicaciones de revisiones de 2023 y resoluciones de Año Nuevo por todos lados.

Y con el resfriado que tengo, ni he podido asimilar los cientos de métodos y marcos para tener el mejor 2024, en el que alcanzar todos los objetivos y llegar al Olimpo, bajo un arcoíris y con una música celestial de bienvenida.

Arrancamos el 2024, y aquí estoy, dándole vueltas a lo que publiqué en LinkedIn hace poco (es justo la intro que acabas de leer).

¿Resoluciones? Mejor escucha esto

Pues sí, he estado pensando... y entre todo lo que he visto revoloteando por ahí, me quedo con un consejo de oro de Jesse Itzler: ponle nombre a tu año. En realidad, él decía literalmente: “Anota algo GRANDE en tu calendario. Algo que supere tus límites en 2024”. 

Así que, ¿qué tal si este año lo llamamos "El Año del Retorno"? (Suena un poco a "El Señor de los Anillos", pero yo qué sé).

¿Por qué? Porque volver a mis raíces, a esos amaneceres pensando en la próxima aventura, es lo mío. Creo. Y cuando estoy físicamente bien, y con la mente en nuevos horizontes o aventuras, créeme, me siento imparable en todo lo demás. 

Ahora, saliendo de un catarro que me tiene KO (¿Semanas de catarro? ¿Esto es así?), es complicado arrancar con este planteamiento, pero dejarlo por escrito aquí me ayudará.

Dale tiempo a lo que Importa

Pepe Martín lo clavó en uno de sus reels: no tener propósitos. Simplemente date la oportunidad de hacer lo que crees que es importante, que crea valor o te apasiona. Y eso es lo que voy a hacer. 

Voy a proteger mi tiempo para lanzarme a esos caminos que he elegido, sin prisas pero sin pausas. 

“Tú ya sabes lo que tienes que hacer... no te estás dando la oportunidad de hacerlo”, fueron sus palabras entrecomilladas.

Planifica metas volantes: El año en sprints

Aquí va una idea que me ha abierto la mente: planificar el año por sprints. 

Varios sprints de 6 a 8 semanas, dándolo todo, y luego un respiro. Unas semanas de colchón y otro sprint. Y así sucesivamente. Focalizando.

Con mi perfil (o problema) de “emprendedor en serie” (que resulta que veo que los gringos han acuñado ya como multiemprendedor y que vaticino va a ser el grito aquí para 2025-26, después de solopreneur), esta manera de planificación puede ser un gran sistema para empujar de manera focalizada, de una en una, las mil batallas.

Mi primer sprint me lleva a: newsletters, como eje central. Desde 2017, en Travesía hemos estado enviando no solo correos, sino historias, aventuras, semana a semana una newsletter, que más que una forma de difusión o de marketing, es un producto editorial independiente. Un concepto que ya trabajábamos en aquel 2017 y que he ido perfeccionando. 

Saber hacer y sistemas, que luego he aplicado en otros proyectos propios, y que ahora a lo largo de estas semanas estoy dándole forma como oferta de servicio paquetizado. En naming va a ser Newsletter Hero, y claro, no es un boletín al uso. “¿Sabías que escribir un boletín de correo electrónico semanal es la herramienta más rentable y menos utilizada que tiene una marca?”.

Hábitos, esa es la clave

Y para cerrar, ¿qué me dices de los hábitos? 

Yo el 1 de enero no me convertí en esa mejor versión de mí; de hecho, ni he ido corriendo a la ventanilla del gimnasio, ni he retomado mi rutina de deporte... (Como descargo de responsabilidades diré que este catarro me tiene frito). 

Nada de cambiar de la noche a la mañana. 

Un hábito a la vez. Y uno nuevo sobre el anterior cada cierto número de meses. 

Vamos a hacerlo bien: poco a poco.

Yo, por ejemplo, retomaré eso de correr 2-3 veces a la semana, de 7 a 10 km, en cuanto me deje el maldito virus. Y luego, otro hábito. 

¿Y tú? ¿Qué hábito vas a adoptar para ser tu mejor versión?