No puede faltar en mi equipaje

Como parte de los indispensables, siempre la llevo en mi equipaje.

Hubo un tiempo en el que si no la llevaba en la mochila o maleta de viaje, sentía hasta cierta tensión.

Como ese sentimiento de que algo te falta.

Hasta cierta inseguridad…

Es como si pudieras plasmar algo ahí, en ese papel, y no lo vas a hacer porque la olvidaste en casa.

El otro día grabé un reel para la cuenta Instagram de Travesía y me hizo gracia una de las fotos que había escogido para plasmar la de porrón de años que llevamos Kike y yo, pateando montañas, y luego difundiéndolas en Travesía.

En ella se veía la riñonera que colgaba de la mochila en la que llevaba la preciada libreta.

Pero no cualquier libreta.

Uno se vuelve especial con ellas.

Las colecciona. Rebuscando podría sacarte decenas, casi todas sin estrenar.

Deben ser robustas, a prueba de las inclemencias de la más dura aventura.

En una ocasión me invitaron a un viaje de prensa a un país de Oriente. Un viaje de trabajo, de los que no acostumbro, al menos de ese tipo.

Momentos de esos en los que piensas: ¿qué pinto yo aquí? El chico de las rutas…

Pues bien, el primer quebradero de cabeza fue la libreta.

No valía cualquiera. No iba a sacar yo mi cuaderno del colegio para tomar notas.

Te puedes imaginar que opté por una Moleskine.

Luego resulta que durante el viaje me di cuenta de que había idealizado todo un poco.

Y que hasta sacar esa libreta tan icónica estaba fuera de lugar…

Pues bien, no sé si tú también eres de los que llevan su cuaderno de notas a todo lugar.

Resulta que ahí está el móvil para guardar cualquier anotación, pero no es lo mismo.

Y a dónde voy.

Pues voy a que si tú eres una de esas personas que acostumbran a plasmar en pensamientos escritos sus experiencias. Tengo una buena propuesta.

A modo de Concurso de Relatos.

En el reel que te mencionaba hace un momento te explico cómo surgió este proyecto y por qué es tan bonito.

Disfrutamos todo el año, semana a semana, de los relatos que nos enviáis.

Así que no me dilato más. Si quieres enviarme el tuyo, lee aquí.

Un saludo,

PD: puedes sino pinchar aquí para participar en el Concurso de microrrelatos, hasta el 31 de diciembre. La montaña como trasfondo, recuerda.