Por qué los propósitos de nuevo año se los lleva el viento.

Sí, se los suele llevar el viento.

O cómo decimos aquí, se quedan en agua de borrajas (unas malas hierbas de la huerta, que en Navarra tenemos la costumbre de comérnoslas. Y están muy buenas. Eso sí, el agua de cocción, ni fu ni fa, hay que condimentarla un poco para que no se quede en nada).

Navegando por Linkedin he dado con una publicación de Juan Dual (justo esta semana hablábamos de su proyecto en el último boletín de Travesía.). Me ha hecho reflexionar y ponerme en marcha con los propósitos del nuevo año.

En mi caso, relanzar estos canales (redes sociales y marca personal) que tengo un poco olvidados.

(Ya os hablé de esto aquí)

Juan comentaba, resumiendo, que por qué esperar a final de año para hacer los cambios o afrontar nuevos propósitos.

¿Por qué esperar?

Así que con la energía de la espontaneidad, y la frescura y creatividad que me da salir a la naturaleza y hacer alguna actividad física, me he lanzado con este video.

Al aire he lanzado estas tres ideas:

  1. De propósito o reto, con su trasfondo y valores, a aterrizarlo en un plan de acción. (02:57)

  2. El poder de los Sistemas y Hábitos para llevar a cabo cualquier cosa. (03:42)

  3. CONSTANCIA (Lo pongo en mayúsculas) (05:01)

Y tú, ¿Cómo te planteas los propósitos de nuevo año?

(Te habrás dado cuenta que he cambiado algo el formato de la Newsletter. Iré viendo en qué queda el estilo del boletín para esta nueva etapa. Como norma general te diré que le voy a dar más importancia al avanzar, que al cómo. Ya llegará el momento de estos detalles)